Desde este martes la aplicación Apple pay ya estaría disponible en 250.000 sitios. Desde las estaciones de tren, hasta los pequeños bares y hasta supermercados, cuenta con una expansión de locales que no tenía la primera vez que se presentó en los Estados Unidos hace aproximadamente nueve meses.
Los consumidores primero deben cargar los datos de sus tarjetas de débito o crédito en una aplicación con sus teléfonos o relojes de Apple, previamente descargadas. Para pagar, los usuarios mantienen al dispositivo cerca de una estación y las huellas del usuario confirman su identidad.
El servicio es una de las mayores jugadas que ha hecho Apple, ya que es una forma de acercar aun mas el vínculo de sus clientes con los nuevos celulares y relojes inteligentes, además de recibir un pequeño aporte por cada transacción minorista, la aplicación podría llegar a tener el apoyo de todos los bancos británicos mas importantes.
CONTRATIEMPOS:
Hubo algunos problemas técnicos con el lanzamiento ya que otra gran banca llamada HSBC Holdings anunció que tenía algunos contratiempos que causarían un retraso de dos semanas antes de que sus usuarios en el Reino Unido pudiesen suscribirse al servicio. Otra red de bancos no quiso ser parte de esta nueva aplicación que según Apple, facilitaría las formas de pago a sus usuarios.
Parte del atractivo de Apple Pay para los bancos y locales comerciales es un nivel de seguridad más alto que el de la mayoría de los otros medios de pago electrónicos hasta la fecha y su facilidad de uso, una vez que los clientes hayan pasado por el proceso burocrático de conectar sus cuentas.
Pero a diferencia del negocio de consumo de aparatos electrónicos, en el que la empresa regularmente lanza nuevos computadores o teléfonos en decenas de países al mismo tiempo, no existe un mercado unificado de pagos, lo que desacelera la expansión del servicio.